Rulo, campeones de barrio

Capítulo 1: Final

Tarde tranquila en el barrio de Merlo, sus calles mezcladas entre asfalto y piedras se encontraban desérticas. Solo algunos perros deambulaban por las calles. 

Merlo un barrio tan futbolero que no se puede explicar con palabras. Los comercios cerrados y eso que eran las siete de la tarde. ¿El acontecimiento? Una final de futbol barrial en la cancha más famosa del barrio. 

Todos los vecinos se dieron cita allí, no querían perderse tan semejante partido. En la iglesia recién comenzaba el culto, aunque con pocas personas. Los pájaros reposaban tranquilos en las ramas de enormes árboles que le daban ese toque de frescura a las calles solitarias. 

Parecía un 25 de diciembre por la mañana en donde todos dormían luego de festejar la navidad. La pasión por este deporte y por la rivalidad barrial hacía que nada fuera más importante en el mundo. A pocas cuadras de la iglesia se enfrentaba el equipo de Rulo contra el equipo del barrio vecino, ambos habían llegado a la final y la rivalidad era tan grande que provocaba aglomeración de personas. El gran ausente en la reunión, como es de costumbre, es la policía que no interviene en estos asuntos. 

Una hora más tarde la mamá de Rulo salió de la iglesia con cara de preocupación y fue hasta su casa con paso ligero y con palpitaciones en su corazón. 

Llegó a su casa y fue directo a la habitación de Rulo, para su sorpresa, él no estaba allí. Obviamente se fue al partido, ese partido que nunca debió jugar. 

La madre agitada corrió hacia la cancha lo más rápido que podía, las nubes negras abrazaron al sol repentinamente y una leve llovizna comenzó a descender del cielo. 

Allí cruzando la plaza iba la mamá de Rulo, tratando de evitar quien sabe qué. De repente un fuerte estruendo interrumpió el silencio, los pájaros asustados salieron volando de sus ramas. 

La madre en llanto cayó de rodillas en la tierra y gritó: 

¡No, Rulo! 

Se levantó con todas sus fuerzas y siguió corriendo esta vez más rápido, al llegar a la cancha se escabullía entre gente que corría desesperada y allí lo vio tirado sobre el punto de penal con los ojos cerrados. 

Ella se acercó lo tomó en sus brazos y lloró tanto que sus lágrimas se mezclaban con la fuerte lluvia que comenzó a caer de forma violenta sobre el campo de juego.  

EL CUERVO


Ha pasado un año desde aquel accidente de tránsito en el que le cambió la vida al señor Cáceres.
Julián Cáceres era una persona muy importante dentro de la industria tecnológica ya que era experto en programación y todo lo relacionado a la ciberseguridad.
En Argentina era contratado por las empresas más importantes del país vivía en un departamento en Puerto Madero, su vida era emocionante.
La mayor parte de su tiempo se la pasaba creando o modificando programas para grandes empresas y en sus tiempos libres salía a correr o viajaba por el mundo.
Pero todo eso cambiaría hace menos de un año cuando un auto lo atropelló y lo dejó parapléjico.
Hoy desde su silla de ruedas su único motivo para vivir es encontrar al culpable de su tragedia y luego de haber estado seis meses en coma solo piensa en vengarse.

Capítulo 1
En la facultad de medicina se encontraba dando un discurso el candidato a presidente, Jorge Guzmán.
Es un hombre poco simpático y está en la política desde que terminó el secundario allá por los años noventa. La gente lo aprecia bastante y según las encuestas es el candidato con mayor porcentaje para ser presidente.
En Buenos Aires comenzaba el otoño y en la televisión y la radio solo se habla de la inflación y de la guerra entre Rusia y Ucrania.
El señor Guzmán luego de un discurso exitoso y aceptado por la crítica se dirige a su casa en su auto deportivo importado. Se lo veía feliz hablando por teléfono de lo bien que le iba en su campaña llega a su casa y cuando ingresa abraza a su mujer pero nota en ella una cara extraña, como si fuera de preocupación. Ella se aleja y le entrega un sobre y le dice:
-Llego esto para vos- el tomo el sobre desconcertado y al mirar el mismo notó que en el dorso tenía un cuervo dibujado.

Capítulo 2
Día lluvioso en Buenos Aires y en Twitter el político Guzmán es tendencia por su gran campaña electoral, mientras que este se encontraba reunido con su abogado en la oficina que tiene dentro del Congreso.
-No te preocupes, investigaremos quien está detrás de esto-.Le dice el abogado a Guzmán mirando una foto.
-¡Esto es un chantaje!, no voy a permitir que un don nadie me ensucie mi carrera-. Acotó muy enojado el señor Guzmán.
El sobre estaba abierto sobre el escritorio y la foto que miraba el abogado era la imagen de un auto tomada por una cámara de seguridad en el momento justo que choca a una persona y escrito con color rojo sobre la misma había un número de cuenta bancaria.
El político no podía más de los nervios y ya se había fumado medio paquete de cigarrillos de 20. Suspendió todas las reuniones que tenía para ese día y no se movió de su oficina hasta encontrar una solución. Sabía que esa foto lo perjudicaba y que si dejaba que eso salga a la luz sería el final de su campaña política y su sueño de ser presidente quedaría en el olvido.


Capítulo 3
Media noche en Buenos Aires, la lluvia ha cesado y en la televisión los canales de noticias solo hablan de las reuniones canceladas misteriosamente del candidato a presidente Jorge Guzmán.
Jorge ya estaba en su casa pensando en que mañana todo se arreglaría y que el dueño de ese sobre sería descubierto y atrapado por la seguridad nacional.
Sin embargo mientras miraba el resumen de un partido de San Lorenzo en la televisión de repente le suena el celular. Era un mensaje anónimo y no salía el número ni el nombre del contacto. Se coloca los lentes toma su móvil y lee el mensaje.
» En 48 horas $1.000.000 en la cuenta del cuervo o sino pagarás por tus pecados.» Es lo que se reflejaba en el mensaje. Su rostro pasó de color piel a color blanco en fracción de segundos, su latido aumentó y su respiración era más fuerte. No podía creer que nuevamente había recibido una amenaza y esta vez con tiempo límite. Llamó enseguida al jefe de seguridad y le comentó lo sucedido pidiéndole de forma urgente que encuentre al responsable de estas amenazas.

Capítulo 4
Tres de la mañana en Buenos Aires, clima frío y desolador en las calles porteñas. Un grupo comando de policías rastrearon el posible domicilio del sospechoso que amenazaba al político y allí se dirigían. La ubicación coincidía con el departamento del programador y en unos pocos segundos violentaron la puerta e ingresaron a punta de pistolas buscando al culpable.
El señor Cáceres yacía en su silla de ruedas esperándolos con un cuervo posado sobre su hombro derecho. La policía sin mediar palabra alguna lo arresta y lo lleva lejos de la ciudad para evitar que periodistas vean la situación. El cuervo del susto salió volando por una ventana.
Al programador le colocaron una bolsa negra en la cabeza para que no pudiera ver donde lo llevaban. La camioneta donde tenían al detenido recorrió más de dos horas y frenó en frente de una casa rodeada de árboles sin personas o casas alrededor. Bajaron al programador esposado y lo sentaron dentro de la casa en una silla de madera y allí permaneció por un tiempo prolongado.

Capítulo 5
Mañana templada en Buenos Aires, muchos medios de comunicación se encuentran a las afueras de la casa de Jorge Guzmán con motivos de saber por qué canceló las reuniones y a que se debe su silencio y ausencia pública. Mientras tanto en algún lugar remoto se producía un encuentro inesperado.
Una mano le saca la bolsa de la cabeza al programador y ambos se quedan atónitos al mirarse.
-Al fin conozco la cara del cuervo-.Dijo el señor Guzmán con gran odio en su rostro.
-Al fin conozco al responsable de mi silla de ruedas-.Respondió el programador con su cara llena de ira.
-Me dejé atrapar, solo para que veas como me arruinaste la vida, como destruiste todos mis sueños y proyectos-. Se mordía los labios de la bronca que sentía y no podía disimularlo. El programador estaba poniendo en acción su plan de venganza, lo que no sabía si su arriesgada cuartada lo llevaría a la muerte.
-Tu eres nada más que un oportunista, como tantos otros que solo quieren sacar tajada de mi fortuna. Típico de un patético cuervo-. Apretando con fuerza su puño contestó Guzmán. Este no sabía si de lo que lo acusaba el programador era cierto, aunque sí reconoció que el auto de la foto era suyo.
-No quiero tu sucio dinero, solo quiero que reconozcas tu error y siendo un político reconocido y quién juró hacer el bien por la sociedad deberías pedir perdón públicamente y contar al país de tu secreto-. Gritó casi hasta quedarse sin voz desde aquella silla que lo sostenía.
El político se quedó sorprendido por la acusación y el tono en que lo dijo su secuestrado. Se puso tenso caminaba por alrededor de la silla y miraba a los policías que apuntaban al hombre indefenso. Luego de varios minutos de silencio el señor Guzmán dijo:
-Sabes, acá en la política nos manejamos diferente y si algo nos estorba o no nos sirve lo tenemos que limpiar, ¿Comprendes?- El político lanzó una frase maquiavélica que hasta los uniformados se estremecieron. El programador tragó saliva y sus ojos se llenaban de lágrimas.
-Comprendo lo que dice señor, así de sucia y corrompida está nuestra Argentina por gente como tú. Estuve en coma 6 meses y a decir verdad ya no le temo a la muerte. Pero quiero dejarte algo en claro…- Casi en voz baja y mirándolo fijamente contestaba Julián. El político lo miró con dureza y miró nuevamente a los policías quienes esperaban una señal para disparar.
-Mañana usted tiene un acto en la cancha de San Lorenzo, le pido que ante esa multitud que lo estará viendo y escuchando, confiese su crimen y así quedaremos a mano-. Sentenció el programador.
El señor Guzmán lo mira con cara de lastima y larga una sonrisa sarcástica, mira su teléfono y acto seguido sale de la casa con los policías que custodiaban. Una vez afuera del lugar les dice al jefe del comando:
-¡Quema todo!-


Capítulo 6
Día nublado en Buenos Aires, todos están hablando del acto de cierre de campaña del político Jorge Guzmán que será en el club de San Lorenzo y que sería su aparición en público después del último acto en la facultad de medicina.
Mediodía en Boedo, el estadio está repleto de gente con pancartas y banderas, miles de policías custodian la zona y centenares de periodistas de todos los medios están presentes. Todo está listo para el cierre de campaña. Una pantalla gigante se asoma sobre el escenario que muestra las obras hechas por el partido político del señor Guzmán.
Ahí está, gran ovación se siente en las gradas, el señor Guzmán se hace presente en el atril colocado estratégicamente en las tarimas del escenario. Saluda simpáticamente a la gente y a su derecha se encontraba su esposa con un rostro poco amigable y no miraba a su marido.
El discurso llevaba una hora y el público escuchaba atentamente su oratoria. En un instante el señor Guzmán pensó en el programador y sus palabras le resonaban en la cabeza. Pero sabía que confesando su crimen su vida estaría acabada.
De pronto la pantalla gigante de atrás se apagó y los espectadores esperaban un video o alguna publicidad de campaña. El político miró a su alrededor y no entendía porque se había apagado la pantalla. Acto seguido un gran cuervo apareció en la pantalla y la gente se sorprendió mientras que una pequeña fracción de la multitud festejaba ya que a los hinchas del club San Lorenzo se los conoce como cuervos.
De repente aparece en pantalla el señor programador sentado en la silla de ruedas, Guzmán mira a los operadores de video y les pide que saquen eso pero estos le hacen seña que no pueden apagar la pantalla.
-Hola me llamo Julián Cáceres y si están viendo este video es porque ya no estoy con vida. A continuación verán un video en donde el hombre que ahora está dando el discurso me atropella con su auto y se da a la fuga. Dejándome abandonado y con daños irreversibles de por vida. Estuve medio año en coma y este señor jamás apareció por el hospital. Solo pido que se haga justicia y que este hombre pague por sus pecados- Se volvió a apagar la pantalla y luego de un par de segundos comenzó a correr el video de una cámara de seguridad donde muestra el accidente de tránsito provocado por el señor candidato a presidente Jorge Guzmán.
El público quedó en silencio y con sus caras de asombro, mientras que los custodios del político lo sacaban del escenario.
A lo lejos se escuchó una voz femenina gritando -¡Arréstenlo!-
Guzmán gira sobre su hombro y no podía creer que su esposa estaba ordenando a la policía que lo detuvieran. Dos efectivos policiales separan a los custodios toman de los brazos al político y le colocan las esposas. La gente empezó a repudiar al señor Guzmán quien tuvo que ser sacado del predio rápidamente por las fuerzas de seguridad.
A dos horas de allí un cuervo sobrevolaba por una casa quemada por el fuego.

CONTINUARÁ…

Ciclo: Si no lo escribo exploto «Querido viejo»

Querido viejo

Un día sabía que llegaría este momento, miles de veces pensé como sería y que sentiría en ese instante.

Como era de esperar nadie está preparado para tal acontecimiento y lo que es peor, nadie sabe como va a reaccionar. Jamás te escribí nada y también hay tantas cosas que no te dije que hoy me pesan en el alma. Si, mi alma que quiero liberar a través de estas palabras.

Fueron 8 meses de angustia y dolor, 8 largos meses en donde te iba a visitar al hospital, te vi llorar, observé tu mirada triste y pérdida. mirándome con sufrimiento diciéndome por dentro que te saque de ahí, preguntándote por qué la vida te pegó tan duro. 71 años tenías y una fuerza increíble que jamás pude comprender. Lo que sufriste en tu propia casa no tiene palabras y lo que aguantaste por nosotros no tiene precio.

Pero siempre estabas ahí, ayudándonos con lo poco que tenías, con tu salud a cuenta gotas, nos diste siempre palabras de aliento postrado en una cama y nunca dejaste de desear lo mejor para nosotros.

Muchos no comprenderán de lo que hablo pero a tu manera y la mía, fuiste y serás mi viejo.

La culpa me pesa no te lo voy a negar, por no llamarte tanto, por no estar en tus últimos cumpleaños, por dejarte solo en las navidades, por dejarme influenciar por mi madre que me alejaba de vos.

Hoy me arrepiento de no haber estado mas tiempo con vos, lamento no ayudarte cuando lo pedías a gritos y de no abrazarte cuanto en tus ojos pedías amor.

Nuestra charlas sobre tu club de fútbol colegiales y nuestro Boca que tantas alegrías nos dio. Recordaba nuestras noches de verano en el balcón o los mates en la cocina mientras escuchabas tango en tu radio portátil.

Los sábados en la cancha y las carreras de formula 1 que veíamos sentados en el sillón junto a mi hermano los domingos por la mañana. Y como olvidar cuando jugábamos juntos a la pelota a lo que luego se nos sumó mi hijo. Y aquella tarde en el autódromo donde pasamos un día soñado como siempre quisimos estar.

Hoy todo eso serán simples recuerdos que permanecerán en lo profundo de mi corazón. Luego, el golpe de realizad, que me pega en la cara y mi última imagen tuya fue verte envuelto en una bolsa justo el instante antes de que te lleven a convertirte en cenizas.

Mi hermano y yo dos fieles a tus ideales de la familia unida, de no querer confrontar y de solucionar todo hablando, de buscar el lado positivo de las cosas y de hacer lo imposible por conseguir algo que nos faltase.

Siempre estuviste ahí, viejo, con tu forma de ser, contándonos anécdotas y chistes antiguos pero que siempre nos sacaban una sonrisa.

No supe valorarte, me encerré en una idea que no era real y dejé pasar el tiempo. Hoy ya no hay vuelta atrás y todas estas palabras son en vano.

No puedo hacer que vuelvas, no puedo retroceder el tiempo, nada esta ya a mi alcance.

Solo quiero pedirte perdón con mi alma rota y de donde sea que me leas, quiero que sepas que siempre te amaré.

Mi PELICULA

El corazón dejó de latir por al menos dos segundos, todo lo que viví en mi vida se reflejó en mis ojos como una película sin fin. ¿Era mi hora?, me pregunté. Pero no dejé de mirar esas imágenes, tantos recuerdos y momentos que creí olvidados, personas y lugares que me parecían lejanos y desconocidos.

Disfruté cada diapositiva que se cruzaba por mi mente y lo que es mas loco aún, me gustaba. Había tanto que ver tanto que recordar, amigos, amores, ilusiones, sorpresas. todo parecía tan real que hasta podía sentir los olores en cada foto. Lo malo, es que de todo lo que vi, la mitad de las cosas no recordaba. Parecían haber sido vividas por otra persona que no era yo. Tristemente me pegunté si realmente disfruté cada momento que experimenté.

Cuando sentí otra vez el latido de mi corazón la película se esfumo como cuando despiertas de  un sueño luego de un fuerte ruido . Todavía seguía en coma, y no abría mis ojos hace ya como un mes. Solo voces escucho, las de mi familia y amigos que están ahí esperandome.  Tal vez esperen un tiempo mas, hasta que decida volver  o quizás ya no lo haga.

Cuando llegó la noche, y me encontraba solo postrado en esta cama, me puse a pensar y analizar cada una de las imágenes que vi. Entonces me pregunté, ¿Disfrutamos cada momento que vivimos? ¿Lo guardamos en nuestra memoria o pasan desapercibidos? estamos tan ocupados en nuestras cosas que ¿Ni siquiera nos detemos a ver la sonrisa de nuestros hijos? o ¿El hermoso sol por la mañana? o tal vez ¿Sentir el olor de las flores o el café? me pregunto ¿Que cosas guardamos en nuestra memorias? ¿Los malos momentos? ¿Los rencores? ¿El odio? ¿La traición? ¿La envidia? ¿El que dirán? ¿Un amor no correspondido? ¿Una muerte de un ser querido?, la verdad no lo sé. Pero me propuse algo. Si algún día salgo de aquí voy a vivir cada momento como si fuera el último y haré lo imposible para que quede tatuado en mi mente, corazón y alma, para que el día que llegue mi fin, pueda decir ¡De esta película me acuerdo cada escena!

 

 

 


 

 

 

Dame un beso

Dame un beso mi niño

y un abrazo infinito

que no se si retorno 

esta noche a mi hogar.

Dame un beso mi niño

que lo llevo conmigo

para batallar por mi vida

cuando marche de acá.

Dame un beso mi niño

porque no se si el destino

me espera agazapado

a metros de este lugar.

Dame un beso mi niño

y un abrazo infinito

que el viaje es tedioso

y necesito tu paz

Dame un beso mi niño

que lo llevo conmigo

para que me resguarde

de la barbarie e impunidad

Apreciando el hermoso amanecer,

relajado y sin prisa.
Respirando una suave brisa
y borrando rastros de tu ser.


Gastando minutos de quince días fugaces.

Acampando lejos de la ciudad del deber.
Bebiendo sol y luna sin demasiado ropaje,
contemplando el paisaje hasta desvanecer.


De día naufragando entre sirenas alegres y bellas,

danzando al compás de las olas con ellas.
De noche surcando la orilla dejando mil huellas,
mirando el ancho cielo colmado de estrellas.


Juntando exóticos caracoles como
tesoros de piratas.

Burlando al tiempo que me hostiga y me amenaza.
Hundiéndome en un mundo de placeres y de andanzas.
Cerrando cicatrices y abriendo esperanzas.


Escapando por un rato de tormentas venideras.

Floreciendo mi piel como tulipán en primavera.
Olvidándome de tu nombre como tu quisieras.
Preparando mi alma para una nueva era.

Furia

Te aproximas con cautela sobre mí

con orgullo revelas tus garras

esperas el instante justo

para desparramar tu furia indomable.

El paisaje se torna tenebroso

se disipa todo rastro de luz

el aire se vuelve pesado y áspero

señal que has llegado tú.

Tus destellos alumbran mi rostro temeroso

no hay resguardo que me ampare

es demasiado tarde para huir

tu presencia poderosa está aquí.

Comienzas tu inconfundible ritual

haciendo danzar a los árboles

la tierra seca se empieza a mojar

las flores huelen a desastre.

Un gran ronquido truena en el cielo

que me hace estremecer de temor

eres energía pura intocable

furia divina que arrastra terror.

Primera vez

No digas nada,

que tu instinto hable por ti.

No prendas la luz,

que alumbren nuestras almas.

No mires,

que tus manos aprecien todo.

No comprimas,

entrégate sin límites.

No te contengas,

que entre en acción tu cuerpo.

No vaciles,

que es mi piel quien te roza.

No temas,

te preservaré en mi regazo.

Sonríe,

anhelabas tanto este momento.

Relájate,

te acompañaré todo el tiempo.

Confía,

soy tu leal y ferviente compañero.

Goza,

acabaremos juntos este juego.

Abrázame

apreciarás el palpitar de mi pecho.

Bésame,

y desearás que no llegue el día.

Recórreme,

conocerás mis calles y arroyos.

Descúbreme,

que tengo puertas sin abrir.

Reposa

en mis bosques y prados.

Deléitate 

con mis mesetas y llanos.

Cobíjame,

refúgiame en tus piernas.

Ámame,

que soy solo para ti.

Recuérdame,

por si no se vuelve a repetir.

Llámame,

cuando quieras volver a vivir.

Forastera

Misteriosa forastera

de manos mortales

que enamora lo que toma

y mata lo que suelta.

Tentación irresistible

donde hombres ahogan penas

que arrastran desde décadas.

Inmaculada belleza que se ríe

y a cada paso deja su huella.

Forajida que cumple su deseo

y se escapa entre la niebla,

mas es incierto su viaje

como el aura que la rodea.

Sospechada de muerte se aleja

llevando en su piel promesas

de corazones que exclaman

su nombre, pero jamás regresa.

El miedo a intentar

Allí estaba ella, cuando subí la pude observar, con su pelo ondulado y sus mejillas rosas y esa mirada inocente perdida en algún pensamiento profundo como si algo la inquietara. Nos separaban todas esas personas que ascendieron antes que yo, pues era obvio, a esta hora viajaba mucha gente. Todos los días subo pensando en quererla encontrar, es algo muy intenso, difícil de explicar con palabras.

La gente de a poco fue bajando del transporte logrando que me acercara un poco más a ese cuerpo irresistible a esa belleza de mujer tan misteriosa que no podía dejar de mirar.
Mi personalidad es muy tímida, me cuesta bastante expresar lo que siento, cálculo que es algo hereditario o psicológico, la verdad no lo sé.

Quizás ella sabe que la observo todas las mañanas aunque no parece incomodarle o a lo mejor espera un gesto una palabra mía que rompa esa pared de profundo silencio que nos separa impidiendo el posible romance entre nosotros.
También puede ser que me deteste, que no soporte mi presencia que espera con ansias las ganas de llegar a destino para no verme la cara o que la tragase la tierra para no soportar más mi penetrante mirada.


Dudas, preguntas, miedos, cuantos sentimientos reunidos en un solo lugar por culpa de esta coraza de timidez que me ahoga cortándome el aire, sofocándome continuamente, bloqueando mi mente y enjaulando mi corazón.


El colectivo se detiene , se abre la puerta trasera y con aire de actriz desciende sin voltear la mujer que me quita el sueño.


En el autobús quedé yo, con mi soledad acumulada de palabras destinadas a su ser que tal vez algún día las escuche o las sienta, o quizás nunca sepa de mi existencia.

Otra jornada frustrante por mi miedo a intentar, aunque mi esperanza se renovará mañana por la mañana cuando a esta hora y en este mismo lugar la vuelva a ver.